
Recetas ancestrales peruanas que puedes preparar hoy en casa
Comidas que llenan de Orgullo un País muy generoso
En la cocina de nuestros abuelos y bisabuelos habita un saber antiguo, transmitido por generaciones desde tiempos preincaicos. La gastronomía peruana no es solo una moda global, sino una herencia milenaria que nació en las chacras, en los fogones de barro, en los trueques comunitarios y en la relación sagrada con los ingredientes de la tierra.

Lo que hoy consideramos “nuevo” en nutrición —alimentos integrales, productos sin procesar, cocina con identidad— ya existía hace siglos en el mundo andino y amazónico. Este artículo rescata algunas recetas ancestrales, adaptadas para cocinas modernas, que puedes preparar en casa. Cada una es una oportunidad para reconectar con tu historia, tu salud y tu cultura.
1. Chupé de quinua
El chupe, o sopa sustanciosa, era una comida fundamental en los Andes, donde el clima frío exige preparaciones energéticas. La quinua, considerada sagrada por los incas, aporta proteínas de alta calidad, hierro, magnesio y todos los aminoácidos esenciales.
Ingredientes:
- 1 taza de quinua lavada
- 1 cebolla roja picada
- 2 dientes de ajo
- 1 papa amarilla en cubos
- 1 zanahoria en rodajas
- 1 taza de habas o arvejas
- Hierba buena y huacatay
- Sal al gusto
Preparación:Sofríe ajo y cebolla en aceite vegetal. Agrega la papa, zanahoria, habas y la quinua. Añade agua o caldo vegetal. Cocina a fuego medio por 30 minutos. Añade hierbas y rectifica la sal. Sirve caliente.

Dato curioso: Según investigaciones del Centro Internacional de la Papa, la quinua cultivada a más de 3,800 msnm tiene mayor concentración de minerales.
2. Mazamorra de kiwicha con chancaca
La kiwicha (amaranto), utilizada por los incas en rituales sagrados, es hoy valorada como superalimento por su riqueza en calcio, proteínas y lisina.
Ingredientes:
- 1 taza de kiwicha
- 4 tazas de agua
- 1 taza de chancaca rallada (o panela)
- Canela y clavo de olor
Preparación:Hierve la kiwicha con agua y especias hasta que reviente. Agrega la chancaca y cocina hasta obtener una mezcla espesa. Deja enfriar y sirve como postre o desayuno.

Recomendación: Puedes añadir leche vegetal para una versión más cremosa. Ideal para niños o personas con anemia.
3. Tunta con queso andino
La tunta, o papa deshidratada blanca, era una técnica ancestral de conservación de alimentos. Este ingrediente, aún muy usado en la sierra, puede convertirse en un plato principal.
Ingredientes:
- 8 tunta (remojadas la noche anterior)
- 200 gramos de queso fresco serrano
- 1 cebolla roja
- 1 cucharada de ají amarillo molido
- Aceite y sal
Preparación:Pica la cebolla y sofríela con el ají amarillo. Agrega la tunta cortada en trozos y el queso. Cocina unos minutos hasta que los sabores se integren.
Sabías que…? El proceso de elaboración de la tunta puede durar hasta 40 días, incluyendo congelamiento nocturno y exposición al sol, según estudios del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA).

4. Api morado
Esta bebida caliente de maíz morado y especias no solo reconforta, sino que es rica en antocianinas, compuestos antioxidantes que fortalecen la salud cardiovascular.
Ingredientes:
- 1 taza de maíz morado
- 2 clavos de olor
- 1 rama de canela
- 1 trozo de cáscara de piña
- Azúcar o miel al gusto
Preparación:Hierve el maíz morado con las especias y la cáscara de piña durante 45 minutos. Cuela, endulza y sirve caliente. Se puede espesar con chuño o maicena.
Consejo: Tómalo en ayunas para aprovechar sus propiedades antioxidantes.

5. Patasca andina (versión vegetariana)
Este potaje tradicional de los Andes se prepara con mote y, originalmente, carne de res o cerdo. En esta versión adaptada, usamos hongos y vegetales sin perder la esencia.
Ingredientes:
- 2 tazas de mote cocido
- 1 taza de hongos secos (remojados)
- 1 cebolla picada
- 2 papas en cubos
- Hierbabuena, orégano y ají panca
Preparación:Sofríe la cebolla y el ají. Agrega los hongos, las papas y el mote. Cubre con agua y cocina hasta que las papas estén blandas. Añade hierbas al final.
Dato: La patasca era servida en fiestas y rituales de cosecha. Representaba abundancia y conexión con los apus (espíritus de las montañas).

¿Por qué cocinar ancestral?
- Nutrición real: Estos platos están basados en ingredientes integrales, con alta densidad nutricional.
- Sostenibilidad: Usan productos locales y de temporada.
- Cultura viva: Prepararlos es un acto de resistencia cultural y amor propio.
- Conexión con los abuelos: Muchas de estas recetas han llegado a nosotros por la vía oral, desde las cocinas de nuestras abuelas.

Recomendaciones finales
- Visita ferias agroecológicas para comprar insumos andinos.
- Consulta con adultos mayores: ellos son portadores de recetas que no están en ningún libro.
- Integra estos platos a tu rutina semanal, no solo como algo exótico, sino como parte de tu vida cotidiana.
- Investiga más: textos como «Sabores y saberes de los Andes» (PUCP, 2017) exploran a fondo la cocina tradicional.



